Phi

Según la tradición budista, Buda en uno de sus sermones no pronunció palabra alguna; simplemente sostuvo una flor frente a su audiencia.

La flor suele utilizarse como ejemplo simbólico de la simetría natural, de la armonía, el amor,  también de la fragilidad y de la creación. La posición de los pétalos de una flor sigue una ley matemática basada en la Proporción Áurea o Phi (ese número infinito e irrepetible de valor 1,6180339887…).

El número Phi o Proporción Áurea (Φ) es menos conocido que el número Pi (Π) pero mucho más fascinante. Su descubrimiento supuso el de la inconmesurabilidad y su aparición se da allí donde menos lo esperamos:

Frank Lloyd Wright (1869-1959) basó el diseño del Museo Guggenheim de Nueva York en la estructura del nautilo que, al igual que ocurre con los pétalos de una flor su estructura se basa en la Proporción Áurea. En el interior del museo, los visitantes ascienden por una rampa en espiral, moviéndose mientras su capacidad imaginativa se ve saturada por el arte que observan, del mismo modo que un molusco construye su concha en espiral al tiempo que ocupa por completo el espacio físico de la misma…

Referencia bibliográfica :  Livio, M. (2006). La Proporción Áurea. Madrid : Editorial Ariel